Un pasaporte diplomático es un documento muy valioso, ya que con él es posible recibir disímiles ventajas, entre la que destacan: cero pago de impuestos de entrada y salida a cualquier país, un trato preferencial en aduana, que le permitirá no hacer colas en los aeropuertos y nadie podrá conocer exactamente cuál es su verdadera nacionalidad.
Los pasaportes diplomáticos facilitan enormemente la planificación de viajes, ya que la gran mayoría de los países no exige visas para los que tengan este tipo de pasaporte; ni cuentan los días para propósitos migratorios; tampoco podemos obviar entre las ventajas que con un pasaporte diplomático es mucho más sencillo acceder a funcionarios y abrirse camino más fácilmente en los negocios.
Obtener un pasaporte diplomático no es fácil y no son pocos los que temen ser víctimas de una estafa, por lo que es imprescindible saber bien con quién se hace el negocio. En realidad, el mecanismo para recibir un pasaporte pasa por una negociación con un determinado gobierno, por lo que cualquiera que ofrezca este tipo de servicio debe tener un contacto fuerte dentro de algún gobierno. Obtener el pasaporte diplomático no es un proceso barato, pero las múltiples ventajas que ofrece este documento lo convierten en una valiosa inversión.