¿Cómo hacer una ICO, STO, OPI o DAO?

Una ICO es una Oferta Inicial de Moneda y se hace normalmente por medio de una Fundación de interés privado o una Sociedad offshore. La Fundación no tiene fines de lucro, mientras que una Sociedad

¿Cómo hacer una ICO, STO, OPI o DAO?

Una ICO es una Oferta Inicial de Moneda y se hace normalmente por medio de una Fundación de interés privado o una Sociedad offshore. La Fundación no tiene fines de lucro, mientras que una Sociedad sí se crea con fines de lucro. En ambos casos se pueden sacar beneficios, aunque la Fundación tiene más prestigio.

Una ICO no es fácil de lanzar, porque necesita una gran inversión monetaria no solo para comenzar, sino también para el mercadeo, su desarrollo y gestión. Además, en años anteriores se han presentado proyectos con “libros blancos” muy ambiciosos que terminaron inconclusos y esto generó mucho temor y suspicacia de no pocos inversores hacia las ICO. Demostrar que el proyecto es sólido, apoyado por la aplicación de políticas de conoce-a-tu-cliente es clave para el éxito de una ICO.

 

Esto es todo lo que debes saber de una Oferta Inicial de Moneda (ICO)

La Oferta Inicial de Moneda (ICO, por sus siglas en inglés) es una operación en la que una empresa vende “tokens”, es decir, monedas digitales basadas en la tecnología blockchain, a inversores para recaudar fondos que le permitan desarrollar una criptomoneda. Esta operación guarda no pocas similitudes con lo que sería una Oferta Pública Inicial tradicional (OPI), pero presenta dos notables diferencias: los inversores, al adquirir tokens de esa criptodivisa, no están comprando participación en una compañía futura y lo obtenido tiene que estar conectado de alguna forma a la cadena de bloque (blockchain).

Ethereum, NEO y IOTA fueron algunas de las criptomonedas que comenzaron con una ICO y a partir de los fondos obtenidos lograron desarrollar sus proyectos.

 

¿Qué es un token de una ICO?

Un token en una ICO puede considerarse la contribución inicial del inversor. La lógica es simple: mientras más dinero entregue el inversor, obtendrá más tokens. No pocos igualan los tokens con las acciones; pero, en realidad, no es así, porque con ellos el inversor no es dueño de una parte de una empresa, como sí sucede en el mercado bursátil. Con dichos tokens, ese inversor podrá comprar futuros servicios de la empresa y también tiene la posibilidad de vender esos tokens.

Algunos tokens necesitan, para su lanzamiento, una estructura de Fundación de interés privado, lo cual ayuda a la credibilidad de la ICO; aunque otros tokens pueden presentarse a través de entidades legales comerciales estándar, como sociedades anónimas o corporaciones.

Otro paso legal muy importante antes del lanzamiento del token es que la Fundación o Sociedad offshore debe realizar procedimientos de Conoce-a-tu-cliente (KYC, por sus siglas en inglés), para así cumplir con las leyes anti lavado de dinero. Si no se realizan estos procedimientos, las consecuencias pueden ser nefastas, ya que las personas detrás de la Fundación o sociedad offshore corren el riesgo de romper la ley y, por ende, afrontar prisión.

En ocasiones, los promotores de las ICO tratan de convencer a profesionales con tokens, a cambio de obtener servicios necesarios para la oferta, como consultoría y programación; sin embargo, esto no siempre funciona, porque los profesionales no suelen aceptar tokens que, en ese momento, no tienen ningún valor en el mercado.

La manera de controlar que se cumpla lo pactado en la ICO entre la Fundación o Sociedad que lanza la criptomoneda y el titular del token es a través del contrato inteligente. Este tipo de acuerdo es un software, programado para que si ocurre una determinada acción pactada, entonces de manera automática se ejecute la respuesta.

 

Ventajas de una ICO

La ICO ofrece varias ventajas, tanto para la Fundación o Sociedad que lanza la operación, como para los inversores.

Una primera ventaja para la Fundación o Sociedad es que obtiene el dinero que necesita sin perder el control sobre el negocio. En la ICO no están compartiendo acciones con un inversor, sino que le venden un servicio futuro.

Además, la ICO posibilita recaudar dinero de manera inmediata, procedente de cualquier parte del mundo, en un escenario de desregulación, porque la ICO no tiene que afrontar las enormes trabas burocráticas tradicionales que tardan meses en resolverse.

Las ICO han representado un verdadero cambio en el sector financiero, porque abrieron las inversiones a una parte de la ciudadanía que había quedado al margen por los sistemas económicos tradicionales.

 

Diferencias entre una ICO y una OPI

La ICO tiene puntos comunes con la OPI y también con la recaudación colectiva de fondos (crowdfunding).

Antes de cotizar sus acciones mediante una OPI, una empresa está obligada a cumplir varios requisitos, desde tener ganancias mínimas, hasta un historial donde no resalten conflictos. Las OPI pueden tardar mucho tiempo en resolverse, por las complejidades de los procesos legales que rodean a esta operación. Otro de los requisitos para una empresa en una OPI es la presentación de un folleto que contenga información exacta sobre el estado actual de ese negocio, para así ayudar a los inversores en la toma de decisiones. En este proceso es imprescindible el trabajo con abogados y bancos.

Como las ICO no están adscritas a ningún marco regulatorio, ni protocolo legal, entonces el proceso es mucho más rápido. A diferencia del folleto de la OPI, el “Libro Blanco” de la ICO no tiene un formato estándar.

En una ICO solo es necesario tener acceso a Internet y con esto será posible obtener tokens de cualquier proyecto, en cualquier parte del mundo.

Puede parecer que las OPI son más seguras; pero, en realidad, esas empresas pueden quebrar y la inversión realizada desaparecerá; mientras que en las ICO se está ante una inversión que puede ser mucho más rentable y con menos burocracia.

En cuanto al crowdfunding también existen diferencias. En la ICO, los inversores tienen como motivación principal un posible retorno de sus inversiones; mientras que los fondos recaudados en las campañas colectivas son considerados esencialmente donaciones.

 

¿Qué es una DAO?

Al invertir en una ICO la persona no obtiene derechos sobre la Fundación o sociedad offshore que está detrás de la ICO; sin embargo, en ocasiones algunos proyectos se constituyen como una Organización Autónoma Descentralizada (DAO, en inglés) y, en estos casos, aquellos que tengan tokens sí logran poder de decisión sobre el futuro del proyecto.

Las DAO suelen conformarse después de la ICO. Esta organización posibilita que aquellos que hayan invertido en tokens determinen cómo se utilizará el dinero recogido durante la ICO. Estas determinaciones se alcanzan a través de un sistema de propuestas y votaciones a las que tienen acceso los titulares de los tokens.

 

¿Qué es una STO?

A pesar de sus evidentes ventajas, no pocos inversores mantienen sus recelos sobre las ICO, porque las consideran como operaciones demasiado riesgosas. Para tratar de superar estos resquemores varios desarrolladores tuvieron la idea de crear las Ofertas de Token de Seguridad (STO, en inglés), que fue visto como una manera de unir los mejores elementos de una ICO y una OPI.

Al igual que sucede en las ICO, las STO pueden lanzarse a través de una Fundación de interés privado o una sociedad offshore.

En las STO, los titulares de los tokens tienen el derecho de recibir dividendos de las ganancias netas que obtenga la Fundación o sociedad offshore que está detrás del proyecto dentro de un plazo determinado. Además, al hacerse todo en la cadena de bloque, entonces el sistema es más transparente que el modelo actual de acciones que se utiliza en los mercados tradicionales.

Estas características obligan a las STO a aplicar a una serie de regulaciones legales que no existen en las ICO. Para determinar las ganancias y la repartición de dividendos es necesario llevar registros contables públicos y someterse a control por las autoridades financieras, a lo que se añaden otros elementos propios de empresas que cotizan en la bolsa de valores.

En las STO, como sucede en las ICO, la capacidad de decisión que tengan los propietarios de los tokens sobre el proyecto dependerá si se creó o no una DAO. Si existiera una DAO, lógicamente los titulares de los tokens tendrán poder sobre diferentes aspectos del proyecto.

 

Cinco pasos a seguir para lanzar una ICO

  1. Contar con una estructura legal (es decir una Fundación de interés privado o una Sociedad offshore ) para administrar el proyecto
  2. Tener un contrato inteligente para gestionar y distribuir los tokens
  3. Crear una página de aterrizaje o landing page con una cuenta regresiva para crear interés
  4. Elaborar un libro blanco (White paper en inglés). Este documento contiene información clara y precisa sobre qué trata el proyecto, cuál problema se pretende resolver, de qué manera se resolverá, las diferentes fases de financiación, la cantidad de tokens que se ofertarán, qué tipo de dinero se aceptará, cuánto durará la campaña de la ICO y la hoja de ruta de implementación del proyecto.
  5. Contar con un equipo de programadores, especialistas en marketing, abogados y economistas que desarrollarán el proyecto y crearán su token, es decir la criptomoneda que le permitirá activar un crowdfunding, en otros términos, recaudar fondos en criptomonedas.

Principales regulaciones de las ICO

Una de las características más apreciadas y, al mismo tiempo, más polémicas dentro de las ICO es su falta de regulación. Varios expertos han considerado que la implementación de regulaciones por parte de los países obstaculizará el crecimiento y desarrollo del sector de las criptomonedas y el blockchain; mientras, otros abogan por el establecimiento de regulaciones que otorguen mayor legitimidad a estas operaciones. De aplicarse estas regulaciones, las instituciones financieras tradicionales estarán más abiertas a explotar opciones en las ICO.

La falta de regulación sobre las ICO ha llevado a que los desarrolladores no tengan que atenerse a un marco legal o seguir un protocolo determinado en una legislación a la hora de vender los tokens. Sencillamente presentan al potencial inversor el “libro blanco”, con las informaciones más importantes del proyecto, como los detalles financieros, el equipo detrás del proyecto y la hoja de ruta.

Los equipos legales que apoyan a la Fundación o sociedad offshore que lanza la ICO han buscado una serie de opciones para que los tokens no sean vistos como un valor regulable por las normas legales, aunque en no pocos países, como analizaremos más adelante, cada vez es más complicado no incluir a los tokens como valor regulable.

En el mundo no hay consenso sobre cómo lidiar con el aumento de las ICO. Algunos países, como Corea del Sur y China, declararon ilegales todas las ICO; mientras, en Estados Unidos, la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) advirtió a los posibles inversores realizar la diligencia debida antes de participar en una ICO. La SEC también aclaró que algunas ICO podrían ser calificadas como  valores y, en estos casos, estarían sujetas a las regulaciones federales de valores.

Entre 2017 y 2018 hubo un gran auge de las ICO no reguladas. En este período se produjeron varios fraudes que provocaron no pocas dudas entre los futuros inversores. A partir de esto diversos gobiernos trataron de introducir leyes que ofrecieran garantías a los usuarios y respetaran la naturaleza global y descentralizada de las criptomonedas.

En Francia, la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) adoptó un enfoque regulatorio basado en un mecanismo de autorización opcional, dentro de la llamada Ley Pacte. Por tanto, los promotores de ICO pueden solicitar autorización a la AMF. Esta entidad determina si emite el permiso de acuerdo con el libro blanco de cada proyecto. La lista de las ICO que obtengan el permiso es pública y puede ser consultada por los inversores. No obstante, las ICO no autorizadas por la AMF no quedan prohibidas, sino que los promotores tienen la obligación de advertir que ese proceso no cuenta con un aval de la entidad reguladora.

La AMF ya aprobó la primera ICO de Francia. La compañía French-ICO recibió el permiso, válido por seis meses. La AMF aseguró que su objetivo era ayudar a facilitar la industria y controlar los proyectos dudosos y estafas. Las nuevas reglas buscan garantizar la seguridad de las criptomonedas que se emitirán, el cumplimiento de los procesos estándar para el lavado de dinero y las prácticas de Conozca a su cliente, así como el registro legal dentro de Francia.

Malta es conocida como la “isla blockchain”, por sus políticas amigables hacia las criptomonedas. Desde 2018 se han aprobado tres leyes relacionadas con el blockchain y las criptodivisas: la Ley de la Autoridad de Innovación Digital, la Ley de Acuerdos y Servicios Tecnológicos Innovadores y la Ley de Activos Financieros Virtuales.

Para la Autoridad de Servicios Financieros de Malta, las STO se dividen entre los tradicionales y otros. Las tradicionales son valores mobiliarios, tipo bonos, acciones; mientras, las otras STO son una representación tecnológica de valores similares a los valores tradicionales.

De acuerdo con esta legislación maltesa, las empresas emisoras tienen que contar con una personalidad jurídica para lanzar las ofertas; mientras, los operadores deben realizar una prueba para verificar si los tokens de esa ICO son “virtuales”, a los que no se aplica ninguna regulación del mercado financiero o entran dentro de los instrumentos financieros MiFID a los que se aplica la regulación de la Unión Europea.

Mientras, España sigue sin regular de forma expresa las ICO; aunque sí están sujetas a determinada regulación, a partir de la Ley de Mercado de valores y la Ley de servicios de inversión. Todo pasa por cómo entender la criptomoneda emitida a través de una ICO como “valor negociable” o como “oferta pública”. Según el volumen y a quién se dirija la ICO, esta se regulará como oferta pública, con sus particularidades legales o como servicio de inversión. Una ICO no se verá como oferta pública siempre que sea dirigida a menos de 150 personas o a inversores a los que se les pida la compra de valores por un mínimo de 100 000 Euros.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que es el organismo supervisor español, aclara que las condiciones para considerar un token emitido a través de una ICO como valor negociable son que este se atribuya derechos o expectativas de participación potencial en la revalorización o rentabilidad.

Con todo lo analizado es posible afirmar que ha habido avances legales en Europa alrededor de las ICO; aunque también es clave comprender que la elaboración, discusión y aprobación de una ley es un proceso lento. Además, como las criptomonedas son una tecnología disruptiva aumentan las trabas por parte de los más conservadores.

Una de las visiones más extendidas dentro de los reguladores consiste en introducir, de manera forzada, un fenómeno nuevo, como las criptomonedas, dentro de un marco regulatorio ya existente y esto termina por crear más problemas, en lugar de resolverlos.

 

¿Cómo identificar las estafas en una ICO?

El temor principal de los inversores ante una ICO es la estafa. En el pasado reciente no han sido poco los casos de “empresas” que recaudaron grandes sumas de dinero de inversores confiados y luego desaparecieron, con el dinero y sin dejar rastro.

Entonces, ¿cómo reconocer una posible estafa en una ICO? Hay cuatro elementos a los que cualquier inversor debe prestar suma atención.

El primero es la conformación del equipo de la Fundación o Sociedad que lanza la ICO. Cuando ese equipo es anónimo o no aparecen mayores detalles sobre quiénes componen la Fundación o Sociedad, pues es una señal muy fuerte de peligro. Es clave conocer a ese equipo de desarrollo y su experiencia previa en el sector de las criptomonedas.

Otro indicador de posible fraude es cuando el inversor se encuentra ante una oferta de ICO que propone un retorno de inversión mucho mayor que el promedio. El hecho de ganar más dinero, en menos tiempo, siempre resulta atractivo, pero también es otra señal de advertencia. Por eso es muy importante revisar los términos y condiciones de la ICO. Una ICO totalmente legítima deberá siempre especificar exactamente cuáles serán los derechos de ese inversor.

Por último, el inversor deberá prestar atención a los planes a largo plazo que proponga el equipo desarrollador de la ICO. En el Libro Blanco debe estar muy claro cuál será la hoja de ruta a seguir por el proyecto. Si solo apareciera que el proyecto será “espectacular”, un “éxito total”, sería prudente pensar más de dos veces antes de colocar un centavo allí.

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