El mundo avanza hacia una peligrosa tendencia, agudizada por la crisis y agenda 2030. La propiedad sobre las cosas parece desaparecer y las criptomonedas e inversiones alternativas son tu única defensa.
Gobiernos y grupos de poder quieren eliminar el efectivo, las criptomonedas y la propiedad. Ahora, en lugar de vendernos cosas, las grandes empresas fabricantes de autos, motos, electrodomésticos, móviles, pretenden que los alquilemos. Disfrazan esta estrategia comercial detrás de ideas universalmente aceptadas como el cuidado del medio ambiente y la generación de empleos.
Nada más lejos de la verdad. En realidad, estos sistemas solo cubren, de manera temporal, los problemas de un sistema financiero obsoleto, poco funcional, por lo menos para para nosotros, comunes mortales.
La idea de llevarnos hacia un consumo desmedido no es nueva. Desde finales de los años veinte, del siglo pasado, ya se hablaba de la “obsolescencia programada.
Derecho a la propiedad
Así sucede con computadores, automóviles, electrodomésticos, móviles. Por tanto, no es errado decir que esos dispositivos no son totalmente tuyos, porque no puedes hacer con ellos lo que deseas, como sucede con cualquier propiedad.
Ante esta manipulación, de la que somos todos víctimas, ha surgido un movimiento que cobra fuerzas. Las personas dentro de este movimiento exigen el derecho a la reparación y a electrodomésticos más duraderos y que también sean reparables por terceros.
A pesar de estos esfuerzos, el gran poder financiero de las empresas sigue actuando para buscar subterfugios legales que les permitan saltar las reglamentaciones a defensa del consumidor.
El derecho a la reparación es un avance; sin embargo, nunca será la solución al tema de la propiedad sobre el dispositivo. El problema clave sigue allí: no puedes abrir o reparar tu propio teléfono.
El concepto de alquiler, leasing o compra con remplazo, no solo va a afectar los equipos electrónicos, electrodomésticos y software. Los gobiernos y los grandes poderes económicos quieren incluir en este sistema, también casas, autos, negocios, etc.
Conceptos diferentes de propiedad
Hay cosas que los pobres hacen a diario y los ricos nunca hacen. Por ejemplo, cuando vas al supermercado ¿compras los precios de productos similares, dividiendo el precio por el peso? Si tu respuesta es no, ¡eres pobres! El rico si lo hace y no solo, compra al por mayor para obtener más producto al menor precio.
Si te compras una camisa nueva, ¿te fijas en la marca y la compras, porque dices, si, la puedo pagar? El rico nunca lo haría, el no tiene que aparentar y comprará la camisa que tendrá mejor relación precio calidad.
Cuando compras un vehículo ¿piensas, a como amortiguarás el costo? Probablemente no el rico si lo hace o comprará un modelo de edición limitada pronosticando que el precio aumentará.
Peor aún, cuando compras casa y te endeudas por el resto de tu vida, pagándola un precio que nunca y jamás podrás recuperar. El rico comprará la casa, ya pensando en venderla. Analizará ubicación, acabado y otros factores para evaluar el precio y probablemente hará una oferta más baja al vendedor.
Un rico o quien piensa como tal, primero comprará un negocio y luego con sus ganancias una casa. El pobre comprará la casa porque no quiere pagar alquiler, pero nunca tendrá dinero para montar un negocio porque está ahogándose en deudas.
Estos son conceptos diferentes del concepto de propiedad. El concepto que les gusta a las ballenas de la economía moderna es el que tu creas de ser propietario de algo. En la realidad hasta que no acabas de pagar, no eres dueño de nada.
Todo en alquiler
Los grandes fabricantes siguen buscando nuevas formas de obtener más dinero de ti y que pierdas todavía más control sobre la propiedad del dispositivo. Una de las ideas que más fuerzas ha cobrado en los últimos tiempos es la del “alquiler de hardware”. Dicho alquiler funciona como un sistema de suscripción. Solo que esta vez no pagas por un servicio, sino por utilizar el hardware.
Algunos creen que esta estrategia puede ser buena para el medio ambiente. Una tendencia que parece imponerse es la de las empresas que sean “sociales, medio ambientalistas y de gobernanza” (ESG, por sus siglas en inglés).
Los inversores prefieren colocar dinero en este tipo de empresas, no porque tengan pesadillas con el cambio climático, sino porque las que cumplen con el ESG suelen ser mejor vistas y, por ende, aumentan su valoración en la bolsa.
Todo lo que no está reglamentado está prohibido
Las empresas insisten en imponer esta idea; pero la historia ha demostrado que mientras más intentan vendernos algo, más rechazo realizamos como potenciales compradores. Esencialmente porque no estamos convencidos de que la idea funcione. No queremos perder todavía más control sobre una propiedad por la cual pagamos.
Vivimos en una sociedad en la que parecen bloquearnos la libertad de hacer cualquier cosa con lo que sea de nuestra propiedad. ¿Hay solución? Sí y está a la vista: las criptomonedas. El sistema financiero contemporáneo, ese que ampara a los grandes fabricantes de autos, móviles, viviendas, no funciona. Las criptomonedas son la solución.
Piensa sobre esto: el dinero que tienes en el banco, a tu nombre, no es tuyo. El gobierno puede incautarlo en cualquier momento.
Tu casa, tu auto, también puede ser confiscado, porque no pagues un crédito o los impuestos. No sucede así con las criptomonedas. El gobierno no puede confiscar al Bitcoin u otras criptomonedas si las guardas en tu billetera digital.
Como si fuera tu último día
En las crisis económicas, no todos pierden, los grupos de poder saben bien como aprovecharlas. Por el contrario, tu dinero ya no valdrá nada. El oro, la plata y e ladrillo no te los podrás comer. Ya a nivel mundial empezó una crisis alimentaria. Los precios de la comida se han duplicado o triplicado en solo un año. Y esto, lo habrás comprobado tu mismo en el supermercado.
Con la inflación te empujan a gastar el dinero como si fuera tu ultimo día, pues, lo que tienes mañana vale menos. Si quieres hacerlo invierte en latas de atún, de frijoles, carne y todo tipo de alimento de larga duración. Café, azúcar, arroz, son todos alimentos que continúa subiendo de precio. Esta es la mejor inversión.
Convierte buena parte de tu efectivo en criptomonedas y latas de comida. Si tienes un buen capital puedes invertir en terrenos para cultivar y criar animales. Pero recuérdate que, en caso de una fuerte crisis, tendrás que defender tu inversión. Así que fortifícala ya.
¿Teoría complotista y catastrofista? Puede ser, pero de la crisis vienen hablando ya hace varios meses. La guerra entre Rusia y Ucrania podría volverse la tercera Guerra Mundial. Y los Estados Unidos empujan para abrir otro frente en Taiwán. En este caso veríamos el bloque occidental contra Rusia, China, Corea del Norte, Irán y todos sus aliados.
Ahora, ¿por qué invertir, si el mundo pudiera acabar? Porque no todos van a morir y el dinero que conocemos ahora no serviría de nada. Y si tenemos suerte y no hay una tercera guerra mundial, el panorama de la Agenda 2030 tampoco es muy alentador.