En este momento, muchos inversionistas buscan cómo obtener la residencia en El Salvador a pesar de que se trata de uno de los países más pobres de Latinoamérica. Las perspectivas de crecimiento económico son muy positivas para la pequeña nación. Desde que el presidente Nayib Bukele anunciara que el Bitcoin sería moneda de curso legal allí de inmediato se disparó el interés por obtener la residencia en El Salvador. ¿Qué pasos seguir para lograr la residencia temporal, permanente o definitiva y, como último paso, la naturalización? Te lo explicamos en este artículo.
La noticia de que los estadounidenses Max Keiser y Stacy Herbert aplicarían para la residencia salvadoreña fue titular en varios medios de comunicación. Estos célebres economistas, que realizan el programa Keiser Report para la televisora Russia Today, tratarán de aprovechar una de las ventajas legales ofrecidas por Bukele a los inversionistas en criptomonedas.
Keiser y Herbert tienen intenciones de invertir en el Bono Bitcoin, un proyecto lanzado por el gobierno. Los participantes en este programa económico no pagarán impuestos por las ganancias obtenidas con Bitcoin y recibirán, como recompensa, la ciudadanía salvadoreña.
¿Cómo aplicar a una residencia temporal en El Salvador?
Todos los movimientos migratorios en El Salvador son controlados por la Dirección de Migración y Extranjería, una entidad del gobierno. Dos documentos regulan el flujo migratorio en el país: la Constitución de la República y la Ley Especial de Migración y Extranjería, de 2019.
De acuerdo con la ley existen 16 formas de obtener una residencia temporal en El Salvador. Entre las diferentes categorías están: residencia temporal con autorización de trabajar; residencia temporal para inversionista; residencia temporal para negocios; residencia temporal para pensionados, así como la residencia temporal para estudios.
Cada una de estas categorías tiene requisitos específicos. Como elemento común está que todos los documentos presentados a la Dirección General de Migración y Extranjería deben estar autenticados o apostillados y en español.
Por ejemplo, una persona que vaya a trabajar para una empresa extranjera, con representación en El Salvador, tendrá que presentar, entre otros documentos, una carta emitida por la empresa. En ese documento deberá aparecer la fecha de comienzo y final de la actividad que desarrollará, el cargo que ocupará la persona y cómo se mantendrá económicamente en el país. Este tipo de residencia puede ser por un año (su valor es de 140 dólares estadounidenses) o dos años (por 260 dólares).
Mientras, la residencia temporal para inversionistas aplica para aquellos que sean presidentes, representantes legales, accionistas o miembros de juntas directivas de sociedades mercantiles establecidas en El Salvador. El plazo de vigencia y costo de esta residencia es igual que el anteriormente explicado (uno o dos años, 140 y 260 dólares respectivamente).
¿Cómo lograr la residencia permanente o definitiva en El Salvador?
La ley de 2019 reconoce cuatro formas posibles para lograr la residencia permanente en El Salvador. Ellas son: residencia permanente (definitiva, que es el término legal exacto empleado en la ley) para categorías varias, para pensionado, para casado o conviviente de salvadoreño y para personas refugiadas.
La opción más utilizada es la de “categorías varias”. A ella pueden aplicar:
b) Los residentes temporales de origen centroamericano por nacimiento.
c) Residentes temporales de origen español e hispanoamericano que hayan tenido tal condición durante un año de forma ininterrumpida anterior a la solicitud.
d) Residentes temporales que hayan tenido tal condición durante los tres años anteriores a la solicitud.
e) Quienes no prorrogaron su residencia temporal en un período no mayor de doce meses y que tengan más de siete años de permanencia regular.
f) Quienes ingresen en representación de sus gobiernos o de organismos internacionales, que residan por más de cinco años consecutivos en El Salvador, debiendo renunciar a la condición especial que posean.
g) Las personas religiosas católicas y miembros de otras denominaciones, cuya iglesia haya obtenido su personería jurídica conforme a las leyes de la República; así como la de sus respectivos grupos familiares.
h) Quienes comprueben haber permanecido en el país, sin llenar los requisitos legales, durante los diez años anteriores ininterrumpidos a la entrada en vigencia de la ley.
Las tasas a pagar a la Dirección de Migración y Extranjería son las siguientes: para los residentes permanentes no centroamericanos (345 dólares) y los residentes permanentes centroamericanos (145 dólares). El permiso tiene vigencia por solo un año. Después de este período, cada persona deberá refrendar su residencia definitiva, mediante el pago de una tasa.
Por ejemplo: la refrenda para un residente no centroamericano será de 65 dólares por el primer año; 120 dólares por el segundo; 160 dólares por el tercero y 205 dólares por el cuarto año.
¿Qué hacer para convertirse en ciudadano salvadoreño?
La ciudadanía salvadoreña para inversionistas en criptomonedas es una disposición de Bukele, pero que todavía no tiene un corpus legal publicado. A día de hoy, la ley reconoce dos formas para alcanzar la ciudadanía: por nacionalización y naturalización.
¿Quiénes pueden alcanzar la ciudadanía salvadoreña por naturalización?
- Las personas originarias de España o de un país hispanoamericano que tengan un año de residencia definitiva en el país.
- Los extranjeros de cualquier origen que tengan cinco años de residencia en el país, contando las residencias temporales y definitivas.
- La persona extranjera casada con persona salvadoreña que acredite dos años de residencia en el país, anterior o posterior a la celebración del matrimonio, contando residencia temporal y definitiva.
- Los refugiados de conformidad con lo establecido en esta ley.
En este caso se pagará una única tasa, de 700 dólares estadounidenses.
Mientras, la ciudadanía salvadoreña por nacionalización aplica solo para personas originarias de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala. Los solicitantes deben tener su domicilio en El Salvador y acreditar un año de residencia definitiva. Los interesados tendrán que solicitar ante el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública su voluntad de ser salvadoreños; aunque para ello no tendrán que renunciar a su nacionalidad de nacimiento. Solo se paga una cuota única, de 135 dólares.