No en vano, es para destacar cómo la sociedad fiduciaria extranjera, representa, además, un recurso ineludible tanto para la protección del patrimonio, como para ir implementando la privacidad y confidencialidad.
Por lo tanto, en términos de oportunidad y conveniencia, una sociedad fiduciaria extranjera tiene realmente mucho que ofrecer y garantizar. Por ejemplo, es una herramienta útil y ventajosa, a través de la cual se da lugar a una gestión óptima de los bienes, de modo que se pueda garantizar una amplia confidencialidad. Por ello, si quiere asegurarse que el patrimonio se gestiona con total confidencialidad y absoluta discreción, lo que busca es una sociedad fiduciaria extranjera.
Por supuesto, hay muchas razones por las que prefiere que su nombre no se asocie a, por ejemplo, acciones, bienes inmuebles, etc. Para responder a todos estos diferentes motivos, existe la empresa fiduciaria extranjera, que es una empresa que se encargará de gestionar el patrimonio con una vinculación única.
Para distinguirla de cualquier otra empresa, está el secreto fiduciario
La sociedad fiduciaria, por tanto, va a caracterizarse y distinguirse, precisamente, por el absoluto y total secreto que es capaz de garantizar. En definitiva, entre el fiduciario y la sociedad fiduciaria se establece el elemento del secreto. Una herramienta valiosa para asegurarse de que los bienes que se le van a "entregar", no resulten representados en nombre del fideicomitente.
De forma breve, pero exhaustiva, la sociedad fiduciaria extranjera, según lo previsto, se encargará, por cuenta de un tercero, de la gestión de sus activos, así como de la administración de sus actividades financieras y patrimoniales.
En conclusión, si está interesado en crear este ventajoso tipo de asociación, le invitamos a que se ponga en contacto con este sitio, para que pueda recibir una información más completa y detallada sobre la sociedad fiduciaria extranjera.