Una de las cosas más difíciles de lograr es que un banco acepte cambiar la titularidad de la cuenta de una persona fallecida. En no pocas ocasiones, el banco llega a congelar los fondos. Además, coloca todo tipo de trabas para impedir que los herederos del fallecido pueden acceder al dinero depositado. ¿Qué pasos seguir para desbloquear ese dinero?
El fallecimiento de un familiar o amigo siempre es un momento triste. Pero después del dolor llega el momento de poner en orden los temas financieros, especialmente si eres de los que recibió la herencia, o parte de ella. Tras conocer el testamento del fallecido, tendrás que acudir al banco para acceder a la (o las) cuentas corrientes, así como a otros productos financieros del difunto. El banco no lo pondrá fácil.
Entre los problemas más habituales que se presentan en estos casos están: la persona tenía cuentas en bancos diferentes. Además, no siempre era el título único de las cuentas. A esto se añade posibles conflictos entre los herederos. Para completar las preocupaciones, los bancos aprovechan para retener fondos o cobrar altísimas comisiones por la tramitación testamentaria.
Pasos a seguir para acceder a una cuenta bancaria de una persona fallecida
El primer paso tal vez sea de los más complicados: comprobar las cuentas bancarias de la persona fallecida. Si quedan en el testamento, todo se facilita. Pero, en ocasiones, no hay testamento y sí herederos. Para ello, en España, por ejemplo, los expertos sugieren acudir a Hacienda. Allí tendrán que ofrecerte la información sobre cuántas cuentas y en qué bancos las tenía el difunto. Mucho más difícil es obtener esta información en países que no tienen este sistema.
Es necesario comunicarle al banco sobre el fallecimiento. Esto, como es lógico, llevará documentación legal, es decir, el certificado de defunción. Al comprobar la autenticidad del hecho, el banco congelará temporalmente la cuenta. En aquellos casos en que se trate de una cuenta de titularidad compartida, los otros beneficiarios podrán continuar utilizando los fondos.
Luego, tú, como heredero, deberás pedir al banco un certificado de saldo de la cuenta. Este documento contiene no solo la cifra, sino también los movimientos anteriores de dicha cuenta. Una vez cumplido esto, ya todo está listo para comenzar el largo proceso legal para acceder a los fondos. Este proceso incluye acudir a un notario que te entregará la escritura de aceptación. Deberás pagar el impuesto de sucesiones. Además, tendrás que facilitar una copia legalizada de tu documento de identidad.
Por último, presentarás toda la documentación al banco. Este tendrá la obligación de entregarte el dinero de la forma en que lo solicites. Por ejemplo, en transferencia, cheque o efectivo.
Una de las sugerencias más habituales es realizar todo este proceso de cambio de titularidad y acceso a una cuenta bancaria de un fallecido a través de bufetes especializados en estos temas. Los expertos se encargarán de toda la parte burocrática y agilizarán todos los trámites según las leyes que aplican en el país.